El rodaje es un espacio extraño, exuberante, en el que tu imaginación, puede verse cansada y estresada al igual que la cabeza. Es un lugar hermoso a donde se despliega todo el arte, a donde chocan ideas, a donde empiezas a observar definitivamente todo.
Es el espacio de recreación actoral comprometido a que salga un buen rodaje, los actores se desplazan ante una cámara y miles de ojos detrás que los observan, sin perderlos ni un segundo de vista.
Este lugar se desenvuelve también por conflictos, risas, gemidos, catarsis y miles emociones que chocan, se aferran al fuego y se hacen cenizas. Es algo fantástico, donde nadie calcula ideas, imágenes, símbolos, esencia, sonidos, nada. En este espacio no hay utopia que no valga. Los espejismos son múltiples.
Nos insertamos en la diegesis...